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miércoles, 8 de junio de 2011

UN EXORCISTA ENTREVISTA AL DIABLO. 9° y 10° ENCUENTROS. CONCLUSIÓN DEL EVENTO.

UN EXORCISTA ENTREVISTA AL DIABLO.

NOVENO ENCUENTRO

La ocasión, más rara que única, de encontrarme con semejante
personaje inició en mí la curiosidad por conocer cada vez más su
manera de ser. Varias cosas habían sido ya dichas, pero habían
sido sacadas en cada ocasión con la habilidad del sacamuelas,
especialmente cuando se trataba de arrancarle una verdad, y esto
se había hecho siempre recurriendo a la Omnipotente intervención
de Ella, que le obligaba a responderme.
Comprendía que no era tan fácil preparar una serie de preguntas
y provocar las respuestas. Sin embargo un día después de haber
orado mucho, a la primera percepción de su presencia, intenté
comportarme como si fuese un juez inquisidor.
Con esta intención, antes de que él introdujese sus discursos, le
puse esta pregunta a quemarropa:
“¿Qué piensas de aquellos que son o parecen muy inteligentes y
sin embargo niegan la existencia de Dios y la de vosotros, los
ángeles rebeldes?"
Con gran sorpresa para mí respondió:
“Son sólo unos insensatos”.
Inmediatamente lo cogí con la pregunta: ¿Qué piensas de
aquellos que niegan tributo a Dios con la voluntad?».
Comprendió inmediatamente que aludía especialmente al hecho
de su negación demoníaca, y respondió:
"Habíamos querido reivindicar nuestra libertad respecto a él”.
“¡Explícame que significa esto! Seres como vosotros, que delante
de Él sois nada, qué ventajas podríais sacar con estas
reivindicaciones".
En vez de responder, le escuché emitir sonidos como los de una
bestia cruelmente torturada. Claramente me hizo comprender que
no insistiese sobre este argumento. Comprendí que su respuesta no
podría ser sino trágicamente negativa y representaba una tortura
que rechazaba manifestar.
* * *
Después, pasando a los sufrimientos que inflige a tantas pobres
criaturas, también inocentísimas, de las cuales en ocasiones toma
posesión le pregunté:
“¿Cómo te atreves, con almas que son ejemplo de Dios,
tabernáculos de Cristo, habitación de toda la Trinidad? Son seres
que Dios ha creado para Sí, y habitando en ellos se hace una sola
cosa con ellos... ¿Cómo puedes hacer esto?".
Respondió de inmediato:
“Tú te enterneces ante los tormentos que inflijo a estos seres;
pero no reflexionas en lo que sufro yo... Y al hecho mismo de que
atormento a estas criaturas"
“¿Qué satisfacciones consigues?"
“Te lo he dicho ya: ¡Ninguna!... Nosotros no ganamos nada al
infligir el mal... Nosotros nos encontramos como sobre una arena
movediza: cuanto más obramos el mal, más nos hundimos”.
"Entonces, deja de atormentar a estas pobres criaturas y vete a tu
morada... Mira como también para ti Dios te ha preparado una
casa...”.
"No es una morada; es un estado que nosotros mismos nos
hemos procurado”.
“Tienes razón. Dios en su bondad, creándote, no podía
predestinarte a un estado semejante. Bien dices que lo habéis
hecho vosotros mismos. Por culpa vuestra habéis llegado a ser
vasos de la ira y de la justicia de Dios. De esta manera mientras
nosotros alabaremos su Misericordia toda la eternidad; con el
mismo Hosanna, Hosanna, Hosanna cantaremos la Justicia usada
con vosotros".
“i Qué sádico eres !”.
Fue una respuesta inmensamente reveladora, que me heló
dejándome profundamente pensativo.
¡Qué grande debió ser la malicia del pecado de los Ángeles, si
Dios, que es tan infinitamente Bueno, los ha golpeado con tanta
Justicia!
* * *
En este momento me vino a la mente volver a la pregunta sobre
las relaciones que los demonios y los condenados tienen entre sí en
el infierno: ¿Se conocen, se hablan según nuestro modo de
entendernos, se hacen compañía?
También esta respuesta fue tremenda:
"Cada uno de nosotros es un solitario... Concentrado solamente
en la amargura de su propia condenación... En una angustia sin
fin... Cada uno tiene su infierno, y es su infierno para la eternidad”.
Repetía la respuesta ya dada en otra ocasión. Yo rebatí:
“No comprendo cómo podáis decir que sois solitarios cuando sois
tantos ángeles caídos que estáis juntos".
"Es así, porque cada uno se ha separado de la unión con nuestro
enemigo. La completa separación de él comporta nuestro completo
y recíproco aislamiento de las criaturas que giran en tomo a él.
Nosotros sentimos esta atracción, pero somos excluidos de su fin
con una violencia irreversible. La atracción hacia él es regulada por
una ley de amor de la cual hemos sido echados fuera y así
permanecemos cerrados en la soledad del odio... El odio es nuestro
elemento, nuestra fuerza y procuramos extenderlo por todas partes.
Queremos introduciros en él a todos vosotros, marmotas humanas.
Hoy nos servimos del odio de razas, del odio de clases, del odio de
ideologías. Y desencadenamos con esto ciclones de catástrofes,
hacemos verter ríos de sangre. Todos los instrumentos de
comunicación están en nuestro poder para la destrucción...”
«Bien veo que vivís de esto... ¿Pero cuándo Dios ponga fin a la
historia?... ¿Cuándo el retorno de Cristo traiga su triunfo final?..
La pregunta quedó sin respuesta

DÉCIMO ENCUENTRO

"Este es el último encuentro al cual soy obligado a tener contigo...
Pero esto no quiere decir que no pueda haber cualquier otro
decidido por mi propia iniciativa y sin ciertas cautelas impuestas por
aquella odiosa tirana... Te podré siempre coger por sorpresa y
cuando menos te lo esperes... Tienes ya demasiadas cosas que
pagarme... No creas que he olvidado las rociadas de agua bendita
que me has tirado encima para alejarme de aquél tal...”
Este discurso explotó de improviso y amenazante, sin los
acostumbrados signos premonitorios, mientras - ni que lo hubiera
hecho aposta - estaba leyendo un pequeño libro llamado L’Era del
diávolo de un autor alemán, Antonio Bohm.
El tono de mi interlocutor era, como siempre, fuerte y arrogante;
también esta vez hablaba con aire de gran señor que dispone de
todo, aunque es apenas el miserable ejecutor de cuanto le es
permitido.
«Es el último encuentro, has dicho, y espero que sea en verdad
así. Mientras agradezco a Ella que ha estado siempre cercana a mí,
como lo estará también en los encuentros por sorpresa con que
amenazas prepararme. Para decirte la verdad, tenía ya demasiado
con tus fanfarronadas y con todas tus bravuconadas con las que
pretendes hacer temblar al mundo... también creo, y ya te lo he
dicho, que el Señor podrá permitir un tiempo grande de prueba para
su Iglesia... Pero sucederá todo bajo su dirección y para librarnos
de la suciedad que has acumulado en ella... Serás, también esta
vez, su encargado de limpieza... Si habrá víctimas, como es
previsible, servirán para hacer más bella y más santa a su Iglesia."
"Eres demasiado irónico y seguro, tu... espera a que sucedan los
hechos. ¡Estoy preparando cosas terribles! ¡Escenas de destrucción
y de sangre jamás vistas! Sobre los pináculos de vuestras Iglesias,
en vez de la cruz, ondeará mi estandarte. "
“Ya nos lo han predicho también esto almas inspiradas. Pero
quizás será tu último desfile como "príncipe de este mundo".
Después intervendrá Él y todo se derrumbará sobre ti y sobre tus
secuaces.”
"Te equivocas. Sin embargo, empieza mi época. Triunfará mí
poder de destrucción. Me presentaré a los hombres sin máscara;
me presentará tal como soy, para que todos tiemblen ante mi
presencia “.
“¡Que va, bufón! Ni siquiera tú, como tantas otras veces, crees en
lo que estás diciendo. Tú sabes bien quien es Dios. Tú sabes que Él
no abandonará jamás a la humanidad a tus diseños grandiosos de
destrucción. Te permitirá solamente aquello que servirá para
castigarla por sus traiciones, y purificarla de sus culpas en las que
tú la has metido, pero no más de esto..."
“¡Ilusiónate, ilusiónate... La humanidad se está preparando por si
misma, gracias a mis inventos ya mis iniciativas, a este suicidio
universal. La bomba de cobalto, la de uranio, los productos
radioactivos de la energía atómica, pulverizarán todo, en pocos
instantes; todo germen de vida será destruido...”
«Así tú reinarás sobre un inmenso cementerio, serás el rey de los
muertos; mientras el nuestro es el Dios de los vivos; por eso os deja
vivir también a vosotros, ángeles rebeldes... Os deja porque debéis
ser los testigos de su triunfo sobre vuestra loca rebelión... Os deja
para que nos contempléis durante toda la eternidad a nosotros los
hombres, - una naturaleza inferior a la vuestra pero Divinamente
transfigurada por la gracia de Cristo, - gozando de la
bienaventuranza que vosotros perdisteis para siempre."
“Este cambio os quema por la eternidad. Expulsados de la Civitas
Dei, habéis trabajado duro para construir la civitas diaboli, una
efímera construcción de papel pisoteado. Puestos en fuga por
Cristo, os habéis dado un Anticristo, una caricatura del Hijo de Dios
para destruir sus obras e imitar de manera ridícula su potencia”.
“¿Por qué no dices antagonista?"...
“¡Te daría demasiado honor! Antagonista es aquel que lucha con
su adversario combatiendo a cara descubierta. Tú, con Él, ni
siquiera se te ocurre, porque sabes que es infinitamente más fuerte.
Sin embargo, con nosotros tienes que recurrir al engaño, a la
mentira; con los ingenuos te presentas como una superpotencia;
con los inteligentes intentas borrar tus huellas, necesitas trabajar de
incógnito, recurres a la astucia de no hacernos creer el ser maléfico
que en verdad eres. Todo lo que consigue hacerte pasar
desapercibido, lo pones en marcha recurriendo a mil astucias.
También has logrado persuadir a las inteligencias más vigilantes
para que no vean nada de malo en todo lo que el hombre puede
hacer. El delito se manifiesta mediante un dinamismo progresivo. El
psicoanálisis, presenta el pecado como una enfermedad, librando
aparentemente al hombre de toda responsabilidad. Los escrúpulos
de una conciencia turbada por las culpas intentan camuflarse como
residuos de tabú provenientes de viejas prohibiciones no motivadas.
Por otra parte, para convencer a los hombres de tu poder absoluto
utilizas la propaganda del terror”.
* * *
"Me doy cuenta, en todo este discurso tuyo, que te crees un
especialista de bagatelas demonológicas con el añadido de que ni
siquiera te percatas de las tonterías que tu presunción te hace
decir”.
"Quizás no logro decir todo sobre tu ser y tu naturaleza; pero tú
sabes que te conozco bastante. Sé que para comprender tu obrar
maligno tengo que recurrir a tu origen y a tu naturaleza, tal como
nos son presentadas en la Sagrada Escritura, especialmente en el
Evangelio, y en la tradición cristiana. Estas son para mí las únicas
fuentes fidedignas: Las únicas para comprender el origen del mal;
eras una criatura predilecta de Dios y has llegado a ser un rebelde;
eras un ser de luz y ahora eres espíritu de las tinieblas. Esto eres
tú. Puedes camuflarte con todas las artimañas. Tus características
son éstas: Una criatura perdida para siempre, un ser sin redención".
“¿Has dicho todo?”.
"Creo, sin embargo, haber dicho demasiado poco. Ni me importa
saber más. Tengo suficiente para odiarte y estar en guardia contra
todas tus tretas. Y sobre todo para orar, orar mucho por todos los
que ceden a tus engaños. Pero en esto sé que no estoy solo. Están
conmigo millones de almas que luchan contra ti. Está con nosotros
Jesús. Está también su Madre Bendita".
“Tenemos, sobre todo, en nuestra mano la facultad de renovar
cada día el sacrificio redentor de Cristo: Basta esto sólo para
destruir totalmente tu efímera potencia. Basta una Misa para
arrebatarte millones de almas".
“Siempre las mismas tonterías. No me has permitido decirte todo
lo que quería. Hablarán los hechos, te lo repito. "
Ya te lo he dicho: No te tengo miedo. Está con nosotros Él, que
es más fuerte que tú, y sólo para tu mayor castigo no te destruye
totalmente. Si nos tocará sufrir, lo bendeciremos. A cambio de los
sufrimientos de aquí, Él nos prepara un premio que te hará temblar
de envidia. Para ti será sólo el peso de tu condenación, el fuego
inextinguible de tu orgullo y al final de los tiempos la trágica
imposibilidad de poder continuar haciéndonos el mal y la envidia
torturadora al sabernos bienaventurados para siempre en el
paraíso, por ti perdido".

CONCLUSIÓN DEL ACONTECIMIENTO

En la conclusión de este acontecimiento sucedió un hecho
insólito. Llevaba ya varios días con mi ánimo en la necesidad de ir a
dar gracias a la Virgen ante su imagen en la que había
experimentado el impulso para escribir estos "encuentros” y por
haberlos podido realizar con Su protección, que me puso a seguro
de cualquier posible superioridad del Enemigo. Así es que una tarde
fui a la iglesia donde aquella querida imagen es venerada en Roma
y arrodillado a sus pies comencé a darle las gracias.
A los pocos minutos, proveniente de la primera fila de los bancos,
donde estaba también ella orando, se me acercó la muchacha de la
vez pasada.. Me impresionaron también ahora sus ojos
luminosísimos y dulces y su sonrisa excepcionalmente encantadora.
“Eh, ¿ha quedado contento de haber obedecido?”.
“Perdón, señora...”
"No, señorita”.
"Podría decirme, señorita, ¿quién es Vd?.
 “Mi nombre no importa, déjelo así le ruego que no le busque. Le
digo que estoy contenta de que Vd haya obedecido".
“Se ve que está muy interesada en este asunto".
“Sí, muchísimo. Ahora se lo digo." Entonces cogí una silla que
tenía cerca y me senté a su lado, en un ángulo apartado, y ella
comenzó a hablar con voz baja y calmadamente me dijo:
Quería decirle que ha hecho mucho bien al escribir esa
entrevista.
Comprendo que pocos le creerán, pero es necesario no callar El
enemigo recurre a todo tipo de argucias para no hacerse descubrir.
Quiere trabajar escondido. Y lo logra.
Ustedes, los sacerdotes, deben desenmascararle. El Señor les
concedió contra el demonio un poder especial del que no son
conscientes… Él tiene un miedo terrible de ustedes, sacerdotes. Por
eso les odia más que a los demás, les rodea, les tienta y les hace
caer. Son muchas las víctimas que va haciendo entre ustedes.
Y pensar que son muchos los sacerdotes que no creen en su
presencia, ni en sus obras. Hablan de él por diversión, por burla, y
no piensan que se trata de su enemigo capital.
¡Es una situación triste! Vd. No se preocupe de lo que digan
sobre lo que ha escrito. Déjeles reír. Muchos son instrumentos
suyos y no se dan cuenta. Obedecen sus órdenes pero Dios les
observa. ¡Si viese qué horror, qué repugnancia dan ciertas almas de
sacerdotes, llenos de orgullo, de impureza, de rebeldía y
sembradores de escándalos! Si Dios les concediera ver su alma,
aunque solo fuese por un instante y mirarse al espejo! ¡Se han
dejado arruinar por su enemigo y no creen en él! ¡Dios mío, qué
horror!
Vd confíe su escrito a manos de Ella y no se preocupe. La gracia
de Dios podrá servirse de estas páginas para iluminar tantas almas
Y esto tiene un gran mérito. Dios le bendiga”.
"Muchos me ridiculizarán".
"No le preocupe”,
Aquí la muchacha, con la cara de nuevo sonriente, se levantó,
hizo una genuflexión hacia el altar, me saludó y se fue.
Me quedé con la impresión de haberme encontrado con una de
aquellas almas escondidas, pero muy queridas por Dios. No es una
persona creada por mi fantasía. Está viva y es verdadera.


EDITORIAL PRO SANCTITATE
ROMA
Se acabó de imprimir el 2 de febrero del 2004
Fiesta de la Virgen de Candelaria
Traducido de la 3' edición en italiano por AGP
Ejemplar sin valor comercial.
Si desea obtener ejemplares escriba al Apartado 992
38400 Puerto de la Cruz (Tenerife)

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